jueves, 23 de noviembre de 2017

Crítica: Eat Locals (2017)


Película escrita por Danny King que significa el debut tras la cámara del actor Jason Flemyng, quien además tiene una pequeña participación actoral. Salió directamente en DVD en algunos mercados europeos durante el mes de mayo y en cines dentro del Reino Unidos en el mes de septiembre.

Sinopsis:

Atravesando momentos difíciles y con sus días de gloria ya en el pasado, los ocho vampiros británicos supremos se juntan para su reunión semestral. Sin embargo, antes de que llegue el amanecer, dicha reunión terminará con sangre y muchos cadáveres por todo el lugar.



Comentarios generales:

Cuando un actor con un currículum bastante respetable decide hacer su debut como director por medio de una comedia de vampiros sin duda va a llamar la atención, no es algo usual y por eso mismo mi curiosidad se desató una vez que supe de Eat Locals. La verdad no sabía que esperar debido a que no es un terreno fácil de explorar, mucho menos cuando hace apenas un par de años salió la que muchos consideran la comedia definitiva de vampiros (What We Do In The Shadows), pero al final lo que me encontré fue algo entretenido.

En gran medida porque afortunadamente Flemyng identifica a la perfección de lo que se trata todo esto y no se toma tan en serio las cosas, estableciendo rápidamente cual será el tono para la historia al resaltar ciertos chistes específicos de manera temprana. Una situación que no luce como la mejor opción considerando que es el primer acto y normalmente no se desea aligerar tan rápido el ambiente, pero que termina funcionando gracias a que dentro de todo el humor también se integran de manera inteligente los elementos necesarios para presentar a un grupo de vampiros que no son ridiculizados y cuyos motivos para justificar su reunión tienen de fondo un tema que los deja parados como esos seres a los que solo les importa alimentarse.

Esto hace que la película te atrape, sin embargo, el guión no es tan sólido como parece y con el pasar de los minutos el tema de los ocho vampiros supremos empieza a ser dejado de lado (en realidad, lo olvidan casi por completo) para centrarse en un conflicto con el ejército que no resulta tan interesante. Más que nada porque a partir de ahí la película se vuelve un hit or miss constante al tener escenas de acción que fluyen de manera agradable, pero que en ocasiones quedan paradas como simples rellenos para obtener un poco más de tiempo o como un capricho para mostrar las habilidades de los vampiros sin nada de trasfondo.

Aunque, por otra parte, los referente a la comedia sigue siendo manejado de manera sólida y existen varios momentos hilarantes que me hicieron reír bastante, ya sea por medio de comedia física o algunos diálogos muy bien logrados con el típico humor británico.

La parte final cumple. Sigue teniendo varios huecos y ciertamente la razón detrás de la traición del ejército es medio estúpida, pero en general el desenlace es satisfactorio ya que no se rompen la cabeza y siguen un camino sin complicaciones.

Las actuaciones están bastante bien, hay varios rostros conocidos que hacen de este grupo de vampiros uno con bastante química sin que nadie destaque por encima del resto; mientras que los secundarios fungen como buen complemento. En cuanto a la producción, es austera: el trabajo de fotografía no está mal, el score es medio genérico, el trabajo de sonido resulta efectivo, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple con lo mínimo.

Opinión final: Eat Locals está divertida. Película para no tomar demasiado en serio y pasar un rato agradable.

Ojometro:
***

lunes, 20 de noviembre de 2017

Crítica: House of the Witch (2017)


Película dirigida por Alex Merking (House of Bodies) y escrita por Neil Elman. Se estrenó el pasado 7 de octubre por el canal Syfy dentro de los Estados Unidos, aunque no se sabe si llegará a salir en otros formatos.

Sinopsis:

Un grupo de jóvenes prepara una broma de Halloween en una casa abandonada, pero una vez que entran ahí se convertirán en las victimas de una bruja que desatará toda su furia sobre ellos.



Comentarios generales:

Cada año el canal Syfy (por medio de su señal estadounidense) hace un esfuerzo muy interesante con su especial de “31 Days of Halloween” para celebrar dicha festividad como se merece. Realmente es algo que ningún otro canal o servicio hace y en este 2017 sin duda tuvieron una de sus programaciones más ambiciosas, la cual contaba con varias películas originales y de las que House of the Witch era, en el papel, una de las más interesantes; aunque al final terminó siendo una total perdida te tiempo.

Y no es que esperara una joya considerando que se trata de una película para TV, pero lo ofrecido por Merking y Elman no es más que una película en extremo genérica que, incluso con una premisa tan simple, nunca logra establecer sus propósitos de manera convincente. Utilizando a un grupo de jóvenes con bien poco carisma a los que ponen sin mucho contexto dentro de una casa y a partir de ahí tratar de construir de manera acelerada una historia que gira alrededor de una bruja cuyo comportamiento va más acorde con una clase diferente de amenaza, provocando así un conflicto casi instantáneo de identidad del cual no podrán salir.

Uno que tratan de disimular por medio de elementos más violentos de los que se esperarían para una clase de película como esta, pero los cuales con el pasar de los minutos se van perdiendo en la irrelevancia debido a que todo lo que ocurre es una repetición de las mismas acciones; generando así que lo que ves sea bastante aburrido a pesar de que el ritmo en si no es para nada cansino. Simplemente los momentos de impacto resultan inefectivos y en general la atmósfera dentro de la casa no es lo suficientemente absorbente como para lograr que aquellas escenas diseñadas para producir cierto suspenso funcionen.

Los últimos 10 minutos son lo más entretenidos, no tanto porque milagrosamente el nivel en todos los aspectos se eleve, sino más bien porque es donde la intensidad con la que se desarrollan las acciones se siente mejor lograda. Además el desenlace es al menos más oscuro de lo que te imaginas y deja bien establecidos los propósitos de la bruja.

De las actuaciones no se puede decir mucho, todos están bastante mal y un tanto caricaturescos. La producción es probablemente lo más decente: tiene un trabajo de fotografía cumplidor, la dirección de arte es sólida, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de fotografía está bien, los efectos resultan poco convincentes gracias al CGI y la labor de maquillaje está ok.  

Opinión final: House of the Witch es bastante mediocre. Una película olvidable en todo sentido que se perderá con el pasar de unos cuantos meses.  

Ojometro:
** 

jueves, 16 de noviembre de 2017

Crítica: Jigsaw (2017)


Película dirigida por The Spierig Brothers (Undead, Daybreakers), cuyo guión fue co-escrito por Pete Goldfinger y Josh Stolberg. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de octubre, mientras que en México hizo lo propio el 10 de noviembre. Recaudando hasta la fecha $79.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Varios cadáveres han empezado a aparecer en la ciudad, cada uno de ellos presentando rasgos de tortura inimaginable. La sorpresa es demasiada y conforme avanza la investigación esta solo aumenta cuando la evidencia apunta a un solo sospechoso: John Kramer, el asesino serial mejor conocido como Jigsaw y que lleva muerto diez años.



Comentarios generales:

Durante la década pasada pocas cosas me emocionaron tanto como la primera Saw, aunque nunca me imaginé que esa pequeña película sería el inicio de una de las franquicias más prolíficas que ha tenido el género de terror; una con altibajos muy marcados y con la cual fui perdiendo el interés con el paso de la entregas, pero de la que siempre respeté el hecho de que quisieran darle un cierre definitivo cuando fue evidente su declive. Así que cuando se anunció que había planes por revivirla no me emocioné demasiado, ya que a pesar de haber pasado 7 años seguía sin creer que pudieran revitalizar la fórmula y lo que hace Jigsaw es simplemente confirmar dicho pensamiento.

Esto porque lo que nos regalan los hermanos Spierig realmente no rompe en lo absoluto el esquema tradicional y en general se trata de una amalgama de todo lo que funcionó en las entregas anteriores para así ir construyendo una historia que, al menos de inicio, sustenta su complejidad en el simple hecho de tratar de darle sentido a la aparente resurrección de Jigsaw. Un aspecto que durante el primer acto creo que resulta efectivo porque ese aire de familiaridad que estás viendo ayuda a solidificar la teoría de que, tal vez, John Kramer si haya sobrevivido y así tener un choque de ideas que logren generar una duda razonable entre si se trata de un simple imitador o del icónico asesino.

Lo malo empieza cuando esa familiaridad no es suficiente para sostener toda la película, ya que de pronto resulta muy evidente que esto se trata de una versión modernizada de Saw V y poco a poco el interés se va perdiendo; no solo porque lo que gira en torno a la investigación no es tan atractivo, sino que además el elemento de impacto tan característico de la franquicia por momentos se siente ajeno. Obvio si cuenta con muertes, pero estas se dan entre lapsos muy prolongados de tiempo y eso provoca que el ritmo no sea tan ágil; además de que la falta de creatividad que ya se empezaba a evidenciar desde hace siete años atrás sigue notándose debido a que ninguna de las presentadas logra generar un nivel de tensión o incomodidad tan elevado y por lo consiguiente son incapaces de quedarse en la mente del espectador a largo plazo, resultando así un tanto desechables.

La parte final si es muy Saw. No pretendo decir mucho para no arruinárselas pero hacen un trabajo adecuado al unir las piezas y así brindar un desenlace que le dé sentido a todo lo que acabas de ver (incluido el momento más llamativo visualmente hablando); dejando abierta la posibilidad de más secuelas porque añaden algo que si cambia de manera importante lo que ya sabíamos.

Las actuaciones son el estándar de la franquicia, nada especial; aunque ver a Tobin Bell de regreso siempre es agradable. La producción si sigue manteniendo buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte bien cuidada como siempre, el score no presenta mucha novedad, el trabajo de sonido es bueno, los efectos mantienen su calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Jigsaw está pasable. Es más de lo mismo, aunque probablemente los fans de la franquicia si queden más satisfechos.  

Ojometro:
***

lunes, 13 de noviembre de 2017

Crítica: Hebecta (2017)


Producción rusa escrita y dirigida por Svyatoslav Podgaevskiy (Vladenie 18). Se estrenó en cines dentro de Rusia a inicios de 2017, mientras que hizo lo propio en México y varios países de Latinoamérica durante el verano bajo el nombre de “La Novia”. Recaudando $5.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Nastya (Victoria Agalakova) se embarca en un viaje para visitar a la familia de su prometido, pero no tiene que pasar mucho tiempo para que caiga en cuenta de que tal vez eso haya sido un terrible error debido a que ahora se encuentra alojada en una vieja casa y rodeada por desconocidos que le preparan una extraña ceremonia de bodas.



Comentarios generales:

Hebecta es una película de la que siempre tuve pleno conocimiento pero su fecha de estreno coincidió con la temporada más pesada de los blockbusters, lo cual limitó mucho su exhibición y, por lo consiguiente, que la viera en su momento. Aún así nunca perdí la curiosidad debido a que el cine de terror ruso no suele tener mucha exposición y este trabajo en particular contaba con una premisa interesante, así que no estaba de más darle una oportunidad; aunque al final el resultado no haya sido tan satisfactorio.

Lo cual es una pena porque la película inicia bastante bien al establecer rápidamente una atmósfera oscura que complemente de gran manera la leyenda presentada, una que además es mucho más elaborada de lo que esperas. Hasta ahí todo tiene buena pinta, pero el hecho de que Podgaevskiy opte por trasladar la historia a la época actual termina por quitarle atractivo a algo que claramente lo sustentaba en las tradiciones antiguas, ya que una vez que nos ponen frente a esta pareja y la reunión familiar entramos a un escenario muy genérico en el que resulta fácil predecir cada acción de los personajes o los trucos bajo la manga por parte del director para tratar de añadir sustos de manera rápida.

Una predictibilidad que se acentúa gracias al ritmo tan lento implementado y al sentimiento general de que realmente no existe un avance real en lo que estás viendo, ya que más allá de unos flashbacks integrados de manera esporádica no existe un desarrollo adecuado con respecto al comportamiento inusual de esta familia. Obvio uno sabe que tiene que ver con la maldición, pero solo se limitan a dar indicios por medio de conversaciones secretas que no añaden gran cosa; aunado que la obsesión que se tiene por querer crear un escenario tétrico termina haciendo que exista una falta de vida importante en el filme.

Todo es frio y sin emociones; sin embargo, ese tono no sirve de mucho cuando hay realmente poco contenido que lo justifique o lo explote.

Lo más efectivo sin duda es la parte final. La lenta construcción para llegar a este punto en cierta manera termina siendo justificada gracias a que lo que ocurre es por lo menos llamativo de ver al crear un ambiente bastante hostil que logra compensar la carencia de emociones fuertes por parte de la mayoría de los personajes; brindando así una resolución al conflicto central bien hecha, un poco más dinámica y sin complicaciones.

Las actuaciones son una de las principales razones por las cuales la película nunca termina de funcionar, todas son muy desangeladas y planas; además Victoria Agalakova como protagonista nunca logra reflejar miedo o desesperación, dificultando en demasía el poder sentir algo de empatía por ella. En el tema de la producción es donde más resalta: cuenta con un muy buen trabajo de fotografía, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje no presenta gran elaboración.

Opinión final: Hebecta me pareció aburrida. No es precisamente de lo peor del año pero difícilmente se quedará en la memoria de varios por mucho tiempo.

Ojometro:
**