lunes, 7 de mayo de 2018

Crítica: Les Affamés (2018)


Película escrita y dirigida por Robin Aubert, quien tiene su primer acercamiento dentro del género. Se estrenó a inicios de marzo por medio de Netflix en los Estados Unido y ciertos territorios de Europa, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 25 de abril dentro de España.

Sinopsis:

En una pequeña y remota villa en el norte de Quebec las cosas han cambiado, las personas ya no son las mismas desde que algo los infectó y estos empezaron a atacar a sus seres queridos. Ahora solo un puñado de sobrevivientes sigue en pie, escondiéndose en el bosque y buscando a otros como ellos.



Comentarios generales:

En la actualidad existen dos tendencias muy marcadas cuando se trata de películas de zombies: buscar un entretenimiento sin grandes pretensiones por medio del gore o tratar de añadir cierto toque más humano por medio de dramas enfocados en los personajes. Ambas han demostrado ser efectivas y han ayudado por igual a popularizar el subgénero durante esta década; sin embargo, la segunda se ha convertido últimamente en la predominante para desagrado de muchos y por lo cual Les Affamés inevitablemente se encontrará en la típica situación en la que la amas o la odias.

Yo me encuentro en un punto intermedio y en gran medida porque Aubert trata de añadir cosas frescas por medio de los zombies en una historia que desde el primer acto establece rápidamente la situación miserable de los personajes y el hecho de que ellos mismos saben que no tienen un fututo demasiado alentador. Todo es hasta cierto punto plano y sigue un camino esperado bajo un ritmo bastante lento, aunque eso no significa que no ocurra nada relevante porque las escenas que involucran a los zombies están muy bien logradas y desde temprano el nivel de violencia es elevado. Además de que la forma en la que ciertos personajes sobrellevan la situación añade cierto toque de humor negro que brinda los únicos lapsos de leve alivio dentro de esta atmósfera desoladora.

Entrando a la segunda mitad es cuando las cosas se ponen extrañas y mucho de eso tiene que ver con los zombies, ya que es en esta parte cuando el director empieza a exponerlos como algo más que simples maquinas de matar al establecer que se pueden comunicar mediante el sonido y, por increíble que parezca, con ciertas expresiones artísticas. Un tipo de evolución interesante sin duda, pero que solo se queda como una peculiaridad más debido a que nunca profundizan en lo absoluto sobre esta y mejor se opta por seguir con lo habitual; aunque en este proceso se logran construir algunos momentos memorables con un grado de tensión importante por medio del sonido (escena con trampas para ratón) o grandes cantidades de sangre.

La parte final me dejó con sensaciones encontradas. Por un lado no cambia en lo absoluto el tono deprimente que se maneja por más de una hora y eso es agradable, pero por el otro dejan todo abierto a la interpretación al no contestar nada con respecto al comportamiento de los zombies, dejándote con más dudas que certezas y con cierto sentimiento de que muchas cosas no tuvieron sentido.

En cuanto a las actuaciones no tengo queja, todas son sólidas y nadie resalta por encima del resto; en general cada quien cumple su propósito de manera efectiva. La producción es de buena factura a pesar de que claramente no hubo mucho presupuesto: el trabajo de fotografía cumple la mayoría del tiempo, la dirección de arte no resalta, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje es muy discreta para tratarse de un filme de zombies.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Les Affamés es aceptable. No es para todo el mundo, pero cuenta con cosas interesantes que la vuelven merecedora de al menos una oportunidad.

Ojometro:
***

jueves, 3 de mayo de 2018

Crítica: Pyewacket (2018)


Película escrita y dirigida por Adam MacDonald (Backcountry). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de marzo, aunque todavía no hay ningún tipo de información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a cines en otros mercados.

Sinopsis:

Leah (Nicole Muñoz) es una adolescente frustrada y angustiada que despierta a “algo” dentro del bosque cuando de manera ingenua practica un oscuro ritual para invocar a una bruja que mate a su madre (Laurie Holden).



Comentarios generales:

Conforme uno se va volviendo más viejo resulta complicado el poder identificarse con ciertas cosas y por cuestiones obvias aquellos trabajos que se enfocan en los problemas de la adolescencia forman parte de la lista. Un tema que es fundamental en Pyewacket y por eso tenía mis reservas con esta, ya que por el trailer pintaba para ser un dramón adolescente de esos pesados a lo que no les encontraría nada interesante; sin embargo, aunque no es precisamente una gran película, si tiene cosas que valen la pena.

Principalmente porque MacDonald construye una historia en donde, si bien el tema adolescente es el que predomina, también se toma el tiempo para añadir una perspectiva distinta mediante el personaje de la madre para que aquellos con mayor edad puedan tener algo con lo cual conectar de cierta forma (independiente de si se tienen hijos o no) durante un primer acto que sí se centra demasiado en el drama. Sustentándose en una dinámica madre/hija en la que se pueden ver los problemas que ambas tienen después de una tragedia y su manera de lidiar con ellos que las coloca de manera constante en conflicto; siendo este el medio para que el espectador elija de qué lado ponerse.

Ya para el segundo acto es cuando las cosas empiezan a tomar más forma con respecto al lado del terror, integrando los elementos ligados a la brujería que ayudan a generar una atmósfera más oscura que encaje con la decisión tomada por Leah. Dando así paso a momentos con niveles de suspenso decentes y a un ritmo lento para desarrollar de manera gradual el daño que le causan su decisiones y con ello se pueda insertar la duda sobre si lo que está ocurriendo en verdad es real o solo es parte de su mente.

La parte final es agradable. Obviamente si estas buscando algo más convencional que involucre elementos sobrenaturales o de brujas te vas a decepcionar, pero en general es un desenlace con la fuerza necesaria para magnificar de manera sólida los errores de Leah y las consecuencias de lo que son básicamente puras niñerías de su parte. Aunque si debo de decir que todo termina de manera muy abrupta considerando que los sucesos daban para un cierre distinto.

Las actuaciones son buenas, tanto Nicole Muñoz como Laurie Holden hacen una gran labor para que la relación de madre e hija se sienta muy real y te puedas involucrar de manera importante con su situación. La producción es discreta: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no es gran cosa, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es efectivo y lo referente a efectos/maquillaje es ínfimo.  

Opinión final: Pyewacket es aceptable. Una película que muestra buenas cosas pero simplemente nunca logra alcanzar niveles más importantes.

Ojometro:
***

lunes, 30 de abril de 2018

Crítica: The Lodgers (2018)


Película dirigida por Brian O'Malley (Let Us Prey) y escrita por David Turpin. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos al pasado 23 de febrero, aunque todavía no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En 1920, dentro de la Irlanda rural, los gemelos Rachel (Charlotte Vega) y Edward (Bill Milner) conviven con extrañas fuerzas dentro de la enorme mansión que les heredaron sus fallecidos padres. Ambos tienen que seguir estrictas reglas para no correr peligro, pero cuando ella se enamora de un joven del exterior se desencadenarán una serie de mortales eventos.



Comentarios generales:

Cualquier película sobre grandes mansiones con un estilo gótico siempre va a llamar mi atención, incluso si ya sé de antemano más o menos cómo va a desarrollarse debido a que todas estas suelen tener una estructura similar (incluso nombres que casi siempre inician con “The”). Es por eso que tenía bastante interés en The Lodgers, se le notaba cierto potencial, pero al final solo se trata de un trabajo decente que nunca logra llegar a niveles mucho más importantes.

En gran medida porque O’Mailley nos regala una historia con tintes sobrenaturales que también se centra mucho en los deseos sexuales reprimidos de un par de hermanos y eso provoca desde temprano cierto conflicto al balancear lo que ocurre en pantalla. Ya que por un lado sabemos perfectamente las reglas por las cuales este par de personajes están “malditos” y en base a estas se logran construir una serie de eventos interesantes que añaden un misterio sólido, pero por el otro nos presentan una parte amorosa que en todo momento se siente un tanto hueca debido a que los personajes secundarios que se encuentran fuera de la mansión en general solo están de adorno con alguno que otro dialogo genérico y por ello resulta complicado desarrollar situaciones de interés.

Esto hace que el ritmo de la película sea uno no precisamente cansino, pero si demasiado pausado; provocando lapsos en los que no se siente que ocurra algo relevante y ante eso mejor se opte por explotar el aspecto visual en exteriores o dentro de la mansión. Aunque afortunadamente las cosas mejoran con el pasar de los minutos cuando se empieza a hacer presente la cuestión del incesto y todo lo que se construye a su alrededor para irle dando más relevancia al personaje de Edward, así como a los elementos sobrenaturales para generar cierto nivel de suspenso.

La parte final está bien. Ya para este punto resulta claro cuál es la apuesta principal y el tono es lo suficientemente oscuro como para hacer perturbador lo que hay detrás de la maldición, además de que me agradó que no se fueran por un desenlace precisamente feliz.

Las actuaciones no están mal, Charlotte Vega hace un buen trabajo cargando el peso de la película y Bill Milner, aunque exagerado por momentos, resulta un complemento adecuado para ella (aunque el que la aparición de David Bradley fuera tan irrelevante me decepcionó). En el tema de la producción es sin duda donde más destaca: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sólida, el score resulta agradable, tiene un buen trabajo de sonido, los efectos no son precisamente los más llamativos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Lodgers está ok. Una película estándar de mansiones embrujadas para ver cuando no se tenga nada que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 27 de abril de 2018

Crítica: Bad Apples (2018)


Película escrita y dirigida por Bryan Coyne (Infernal). Se estrenó en VOD durante el mes de febrero y su salida en formato físico se dio el pasado 2 de abril.

Sinopsis:

Es la noche de Halloween y una mujer embarazada es asesinada en su casa, aunque sus gemelas logran sobrevivir. Ahora, quince años después, esas dos adolescentes deciden aterrorizar al pueblo donde viven; en especial a sus nuevos residentes.



Comentarios generales:

Si hay un subgénero con el cual suelo ser más permisivo de lo normal es con el slasher, ya que la naturaleza misma de estos filmes lo exige en muchas ocasiones gracias a que su fórmula no ha sufrido una gran evolución desde 1997. Al final de cuentas uno sabe qué es lo que va a ver; sin embargo, incluso con esta actitud permisiva siempre existirán trabajos con los cuales simplemente es imposible encontrar algo positivo y Bad Apples es uno de estos.

Algo que la verdad no me sorprendió demasiado considerando que el trabajo anterior de Coyne también fue bastante malo por razones similares que tienen que ver mucho con el hecho de no saber cómo contar la historia. Lo cual resulta bastante evidente desde temprano al no presentar absolutamente nada que justifique el comportamiento de las gemelas y mejor dar paso a una serie de escenas enfocadas en la nueva pareja del vecindario que generan gran desgaste gracias a sus absurdos diálogos y solo sirven para consumir tiempo mientras ocurre algo relevante.

Y cuando me refiero a relevante más que nada es a muertes que siguen un mismo patrón, las cuales pretenden homenajear en cierta medida a Halloween pero nunca logran siquiera presentar un nivel de impacto decente porque se sienten como algo completamente aislado del conflicto central y tampoco es que tengan mucho que destacar en el aspecto visual. Todo avanza sin ningún tipo de conexión, solo son situaciones que pasan y ya; de hecho, la propia dinámica dentro de la casa principal se limita a cosas básicas que hacen de este conflicto uno muy anti climático e incluso por momentos demasiado ridículo.

La parte final tampoco tiene mucho sentido. Sin duda presenta el momento más llamativo en cuanto a muertes se refiere, pero ni siquiera con esto se logra generar potencia para el desenlace y este empeora cuando se incluye una coda que pretende limpiar el desastre tratando de aclarar sin éxito alguno lo que no supieron explicar durante 75 minutos.

Las actuaciones son malas, no terribles, pero si malas; aunque mucho tiene que ver el hecho de que los actores no cuentan con prácticamente nada para ofrecer algo mirable. La producción también deja mucho que desear: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte arcaica, el score es probablemente lo mejor a pesar de ser repetitivo, el trabajo de sonido es espantoso y los efectos son básicos.

Opinión final: Bad Apples es una aberración. Uno de los peores slashers que he visto y eso no es poca cosa.

Ojometro:
*