miércoles, 22 de enero de 2025

Crítica: Apocalipsis Z: El principio del fin (2024)

Adaptación de la novela del mismo nombre, la cual está dirigida por Carles Torrens (Apartment 143, Pet) y escrita por Ángel Agudo. Se estrenó directamente en Amazon Prime Video el pasado 31 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Manel (Francisco Ortiz) se encuentra en su casa resguardándose de una enfermedad muy contagiosa que pone de cabeza a todo el planeta. Hasta que se ve forzado a dejarla y encontrarse con compañeros de viaje poco convencionales, pero esenciales para lograr sobrevivir.


Comentarios generales:

A pesar de que es un libro que se puede encontrar de manera relativamente sencilla, la verdad es que Apocalipsis Z nunca logró llamar por completo mi atención como para leerlo; sin embargo, una vez que se supo que habría una adaptación mi curiosidad se elevó un poco. Y es que ante el hueco que dejó The Walking Dead no es raro que se quiera encontrar el nuevo gran éxito de zombies considerando que es un subgénero muy redituable y aunque Apocalipsis Z: El principio del fin tiene los elementos para iniciar algo interesante, lo cierto es que de momento no ha logrado generar gran impacto.

Y es que lo traído por Torrens es un trabajo competente que difícilmente se puede catalogar como malo, pero al ser una primera parte tiene que lidiar con las complejidades que representa el tratar de establecer un apocalipsis zombie en una cantidad de tiempo limitada y por lo mismo los primeros treinta minutos pueden resultar un tanto acelerados e incluso vacios. Donde la información sobre el virus se proporciona a cuenta gotas y realmente la sensación de caos que debería de ocasionar un evento como este no se puede sentir de manera plena ante lo poco que se ve a los infectados, provocando que existan pocas emociones mientras se muestran situaciones estándar de supervivencia.

Siendo realmente hasta el segundo acto cuando las cosas adquieren mayor ritmo al utilizar un poco más a los zombies y porque finalmente se nos empieza a mostrar el lado oscuro del comportamiento humano ante la crisis. Lo cual no se aleja demasiado de lo que ya hemos visto en otros trabajos, pero es suficiente para establecer un peligro extra con el que se construye básicamente el resto de la película sin que se rompan la cabeza en la manera de desarrollar las acciones y con ello también tomando el riesgo de caer en lo predecible en lo que se refiere al destino de Manel.

Llevándonos así a una parte final que realmente no presenta demasiadas sorpresas y en donde la integración de más personajes por lo menos añade mayor complejidad al momento de construir algunas escenas que añadan tensión. Ofreciendo un desenlace con intensidad, un poco más de sangre y que, sobre todo, deja bien claro que solo es el primer paso para algo más grande.

Las actuaciones no están mal, siendo el propio Francisco Ortiz y José María Yazpik (Pritchenko) quienes terminan teniendo mayor tiempo en pantalla para desarrollar una alianza que se siente algo forzada en principio y que funciona ligeramente mejor ya al final. Aunque es claro que este aspecto en específico se profundizará en la siguiente entrega.

Y en cuanto a producción, la verdad tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, el score no está mal, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es de buena calidad. 

Opinión final: Apocalipsis Z: El principio es entretenida. Película sólida de zombies para iniciar una aparente trilogía.

Ojometro:
***

sábado, 18 de enero de 2025

Crítica: Werewolves (2024)

Película dirigida por Steven C. Miller (Silent Night) y escrita por Matthew Kennedy. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de diciembre, mientras que su salida en formato físico está anunciada para el próximo 4 de febrero.

Sinopsis:

Dos científicos tratan de detener una mutación que convierte a las personas en hombres lobo después de haber sido afectados por una súper luna un año antes, aunque con el tiempo en su contra las cosas se saldrán rápidamente de control.


Comentarios generales:

El cine de terror no es ajeno a reciclar o copiar ideas, es parte de su esencia y a lo largo de los años hemos visto incontables casos que han funcionado, así como muchísimos otros que no. Simplemente es algo inevitable y más cuando se tienen que hacer películas sobre determinados subgéneros que ya están muy explotados, tal como ocurre con Werewolves.

Y es que lo traído por Miller es literalmente “The Purge” con hombres lobo, lo cual en el papel no suena tan mal, pero la realidad es que al momento de querer combinar estas dos cosas no se logran los mejores resultados dado a que la historia carece de la sustancia necesaria como para que la problemática central no se sienta demasiado absurda. Orillando a que desde el primer acto veamos situaciones forzadas que en ningún punto logran hacer que los personajes te importen mucho que digamos y por lo mismo tu preocupación ante el riesgo que representa tanto la luna como los propios hombres lobo es demasiado baja como para generar cierto nivel de expectativa ante el inminente desastre que se avecina.

Uno que al menos inicia de una manera decente con un buen despliegue de efectos y violencia proporcionada por los licántropos; sin embargo, gracias a un pobre trabajo de edición realmente no se logra mantener una dinámica estable al estar cambiando constantemente de escenarios. Provocando con esto que no se pueda dar un desarrollo más o menos coherente que permita continuar con la idea inicial y evitar que se dé tan rápido el cambio a algo mucho más predecible cargado de acción genérica para hacer del protagonista un cuasi Rambo mientras su familia se ve en riesgo.

Con todo lo anterior evidentemente las esperanzas para que la parte final mejore no resultan muy altas y tampoco es que se realice un esfuerzo importante para lograr dicho propósito. Dejándonos ante un desenlace con pocas emociones y un cierre extremadamente acelerado que ni siquiera te da tiempo de procesar un poco lo sucedido debido al abrupto paso a los créditos. 

Sobre las actuaciones hay que decir no están tan mal tomando en cuenta lo poco que tiene para trabajar todo el elenco, cuya principal orden básicamente era tratar de lucir lo más robótico posible. Mientras que en producción tenemos algunas cosas positivas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, el score resulta genérico, el trabajo de sonido es de buena calidad, los efectos tienen altibajos y la labor de maquillaje no es la más convincente.

Opinión final: Werewolves es mala. De esas películas de hombres lobo de las que nadie se acordará en un par de meses.

Ojometro:
**

martes, 14 de enero de 2025

Crítica: Y2K (2024)

Película dirigida por Kyle Mooney, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Evan Winter. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de diciembre, mientras que su salida en VOD se dio el día 24 del mismo mes.

Sinopsis:

Dos donnadies de la escuela preparatoria deciden asistir a la última celebración antes de que inicie el nuevo milenio en la víspera del año nuevo de 1999. Aunque la noche se volverá todavía más loca de lo que hubieran imaginado cuando el reloj marque la media noche.


Comentarios generales:

Recrear las décadas pasadas es algo común en la industria del cine y justo estamos entrando en el periodo en el que los 2000s empiezan a ser traídos de vuelta, algo que personalmente me llama la atención dado a que fue la época en la que viví mi adolescencia y por ello la tengo mucho más marcada en mi memoria. Situación que hacía que Y2K me generara mayor curiosidad de la habitual a pesar de que se veía como una de esas propuestas absurdas sin nada interesante, lo cual en gran parte es cierto, pero no es tan mala como pensaba que sería. 

Ya que lo traído por Mooney es una historia que maneja un humor que puede llegar a fastidiar a más de uno en su propósito de exagerar los comportamientos adolescentes de la época, haciendo que el primer acto sea difícil de digerir. Sobre todo porque el mayor atractivo en esta parte es ver cuales situaciones del pasado logran representar de la manera más fidedigna posible y básicamente no existe ningún tipo de referencia a la paranoia que existió en su momento por el error que causaría la catástrofe informática, convirtiendo esto en una comedia adolescente como cualquier otra que tiene sus momentos de gracia esporádicos.

Algo que cambia una vez que empieza la revolución de la tecnología dado a que con ello llega el caos por medio de situaciones que rayan en lo ridículo, pero que precisamente por eso mismo terminan siendo disfrutables dado a que ayudan a establecer que absolutamente todo es posible. Brindándole así un ritmo un poco más ágil a las acciones y un nivel de violencia suficiente como para que la amenaza resulte de consideración; sin embargo, también hay que mencionar que dicha ridiculez con el pasar de los minutos resulta en un arma de doble filo debido a que, así como hay cosas que funcionan, igualmente hay otras que no y eso provoca que en determinado momento sientas que lo visto en pantalla no lleva a ningún lado.

Y en gran medida así es, aunque debo de decir que la parte final me pareció entretenida y mucho de eso se debe a que integran a la dinámica al vocalista de una banda de Nu metal para resaltar algo que incluso en aquellos años generaba polémica y cierto rechazo. Lo cual probablemente funcionará de mejor manera con quienes crecieron siendo fans de dicha banda o género musical (como es mi caso), pero en general esto hace que el desenlace no resulte tan genérico.

En cuanto a las actuaciones no hay mucho que decir, la mayoría sirve su propósito en base a estereotipos y comedia muy simplona; aunque Julian Dennison (Danny) tiene algunos momentos que te pueden sacar la carcajada. Mientras que en producción se nota que el presupuesto no fue tan robusto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta. 

Opinión final: Y2K está pasable. Película absurda del montón, pero que tiene algunas cosas que pueden hacerte reír un rato.

Ojometro:
***

miércoles, 8 de enero de 2025

Crítica: Nosferatu (2024)

Película escrita y dirigida por Robert Eggers (The Witch, The Lighthouse). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 25 de diciembre, mientras que en México hizo lo propio el pasado 1 de enero; recaudando hasta la fecha $101.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un historia gótica de obsesiones entre una joven atormentada en la Alemania del siglo XIX y un antiguo vampiro obsesionado con ella, causando un terror inimaginable a todos los que se cruzan en su camino.


Comentarios generales:

Independientemente de si te gusta o no el estilo de Robert Eggers, lo cierto es que cuando se supo que trabajaría en una nueva versión de “Nosferatu” casi todo el mundo estaba de acuerdo en que era una combinación perfecta. Convirtiéndola así en una de las películas de terror más esperadas de 2024 a pesar de su peculiar fecha de estreno y que ha logrado satisfacer a una audiencia mucho más amplia de la que normalmente consigue atraer el director.

Y es que Eggers apuesta por la familiaridad de una historia conocida, pero que todavía no está tan sobreexplotada como la de “Drácula” y eso ayuda a que pueda imprimirle su sello sin que el tono depresivo o frio se sienta fuera de lugar. Logrando así que desde el primer acto se pueda magnificar el aspecto visual de la película que haga la espera por la primera aparición del Conde Orlok más digerible ante el ritmo pausado empleado, obteniendo con ello una atmósfera oscura muy potente que poco a poco va acaparando las acciones para que, cuando por fin veamos dicha aparición, se logre que el impacto sea muy fuerte sin que se tenga que recurrir a situaciones extremas para establecer el nivel de peligrosidad que este representa.

Llevando así a un segundo acto que se construye en base a la tragedia, ya que una vez que el Conde Orlok empieza a tener más peso dentro de todo esto la sensación de riesgo por cuestiones lógicas se incrementa y las desgracias para quienes se cruzan en su camino son las que se encargan de proporcionar algunas dosis de shock que logran mantener la dinámica estable. Sin embargo, también hay que mencionar que conforme se va profundizando la problemática alrededor del personaje de Ellen Hutter se puede llegar a sentir que las cosas se alargan de manera un tanto innecesaria y con ello ciertas situaciones que deberían de tener más peso se terminan quedando como algo sin tanta relevancia; además de que la obsesión por parte del director de nunca exponer de más al vampiro también juega un poco en contra.

Dejándonos ante una parte final en la que el tono depresivo se incrementa por la propia omnipotencia del Conde y las tragedias que este trae consigo al pueblo, lo cual en general es entretenido de ver. Aunque definitivamente el desenlace puede resultar un tanto decepcionante debido a que, si bien se apega al de la película de 1922, este te termina dejando con una sensación de que le faltó un poco más de fuerza.

En cuanto a las actuaciones tenemos trabajos que resaltan mucho más gracias a la propia excentricidad de los personajes como es el caso de Willem Dafoe (Prof. Albin Eberhart von Franz) y Bill Skarsgård (Conde Orlok), pero en general todo el elenco lo hace bastante bien. Incluso Lily-Rose Depp (Ellen Hutter), quien por algunos lapsos puede llegar a resultar un poco frustrante dado a que mantiene la misma expresión durante todo el filme.

Mientras que en producción tenemos una factura de un nivel altísimo: el trabajo de fotografía es espectacular, la dirección de arte increíble, el score es estupendo, el trabajo de sonido es de gran calidad, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje está muy bien cuidada.

Opinión final: Nosferatu me gustó. Es una buena película que, como todo lo que hace Eggers, generará diversas reacciones.

Ojometro:
****