domingo, 9 de diciembre de 2012

Crítica: When the Lights Went Out (2012)


Primera incursión del director Pat Holden en el género de terror. Se estrenó hace unos tres meses en el Reino Unido, mientras que en México se acaba de estrenar este mismo fin de semana de manera limitada en cines bajo el increíblemente original nombre de “La posesión de Sally”.

Sinopsis: 

Jenny (Kate Ashfield) y Len Maynard (Steven Waddington) mudarse a su nueva casa junto con su hija Sally (Natasha Connor), a quien su nuevo hogar no le gusta demasiado, sobre todo después de que empieza a experimentar unos fenómenos extraños. Al inicio nadie le cree que ocurra algo fuera de lo normal, pero con el paso de los días todos los miembros de la familia comprenden que no es un simple invento.



Comentarios generales:

No tengo idea sobre si la historia fue cierta o no, pero Holden logra generarte ciertas dudas con esta película gracias a que se centra mucho en los detalles; no solo en los sucesos paranormales, sino también en el aspecto humano de la familia. Volviéndola así un poco pesada por varios lapsos, pero igualmente le beneficia bastante cuando las escenas fuertes llegan.

Aunque por otra parte, también me hubiera gustado ver un poco mas de sustancia en lo que respecta al pasado de los espíritus que habitan la casa. Realmente son migajas las que se ofrecen en ese aspecto.

Definitivamente el punto fuerte son sus actuaciones; Ashfield, Waddington y en especial Connor están sobresalientes en sus papeles y son precisamente ellos los que la mantienen a flote durante los lapsos más pesados. La producción no es nada del otro mundo, muy sobria en términos generales y con efectos muy básicos, salvo en los últimos cinco minutos.

Opinión final: When the Lights Went Out es un buen intento por parte del cine británico para dignificar un poco el tema de los poltergeist, lo manejan de una manera muy seria y las actuaciones son realmente buenas. Lo malo es que la película avanza muy lentamente y eso le no ayuda, aunque tampoco le quita el hecho de que merezca al menos un visionado.

Ojometro:
***