domingo, 25 de agosto de 2013

Crítica: Do Not Disturb (2013)


Primer largometraje del director y guionista B.C. Furtney. El caso de esta película es uno muy peculiar, ya que en realidad es una del 2010 que salió bajo el nombre de New Terminal Hotel pero decidieron hacerle un tipo de re-lanzamiento este año solo en DVD bajo otro nombre. Además de que significó el último trabajo del fallecido Corey Haim.

Sinopsis:

Don Malek (Stephen Geoffreys) es un escritor que se muda a un hotel de no muy buena fama para ocultarse del mundo y solo su agente de nombre Ava (Tiffany Shepis) conoce su paradero. Sin embargo, más que buscar inspiración, lo que Malek busca es venganza y su sed de sangre recién comienza.



Comentarios generales:

La historia de escritores que buscan inspiración alejándose de la sociedad y que no terminan bien no es algo nuevo, por lo cual hacer una película bajo esta premisa requiere principalmente de dos cosas: un buen protagonista y una historia infestada de suspenso.

Lo primero creo que lo cumple, pero lo segundo realmente no es tan bueno; en especial porque Furtney nunca logra generar un buen balance entre la personalidad del personaje de Malek y lo que este hace para ir construyendo ese estado. De pronto todo se torna sumamente repetitivo, sin el mas mínimo grado de suspenso y eso genera que a los 40 o 50 minutos pierdas bastante interés.

Además para ser una historia de venganza tiene un tono muy ligero, hay asesinatos que supuestamente son muy violentos y sádicos pero nunca los muestran en pantalla, lo cual no ayuda en lo absoluto a construir la atmósfera indicada. El final también es bastante decepcionante, te deja con una sensación de vacío e insatisfacción porque no te brinda ese gran momento que uno supone se va construyendo y que justificará todo lo que el protagonista hace.

Stephen Geoffreys es por mucho lo mejor de la película, su actuación es muy sólida y logra crear un personaje con el cual incluso uno podría tener afecto; mientras que Shepis ofrece otro tipo de actuación al que le estamos acostumbrados a ver y, aunque no se quita la ropa como de costumbre, se ve estupenda. En producción es realmente muy discreta: todo se limita a un par de sets y a una pobre dirección de arte, aunado a que el trabajo de maquillaje es mínimo a pesar de que la película cuenta con situaciones muy violentas.

Opinión final: Do Not Disturb es un trabajo pobre, ideal para aquellos que aman los filmes independientes o... ver a Shepis. De ahí en fuera realmente no tiene mucho que ofrecer.

Ojometro:
**