Primer largometraje del director
y guionista B.C. Furtney. El caso de esta película es uno muy peculiar, ya que
en realidad es una del 2010 que salió bajo el nombre de New Terminal Hotel pero decidieron hacerle un tipo de re-lanzamiento este año solo en DVD bajo
otro nombre. Además de que significó el último trabajo del fallecido Corey Haim.
Sinopsis:
Don Malek (Stephen Geoffreys) es un
escritor que se muda a un hotel de no muy buena fama para ocultarse del mundo y
solo su agente de nombre Ava (Tiffany Shepis) conoce su paradero. Sin embargo,
más que buscar inspiración, lo que Malek busca es
venganza y su sed de sangre recién comienza.
Comentarios generales:
La historia de escritores que
buscan inspiración alejándose de la sociedad y que no terminan bien no es algo
nuevo, por lo cual hacer una película bajo esta premisa requiere principalmente
de dos cosas: un buen protagonista y una historia infestada de suspenso.
Lo primero creo que lo cumple, pero lo segundo realmente no es tan bueno; en especial porque Furtney nunca logra generar un buen balance entre la personalidad del personaje de Malek y lo que este hace para ir construyendo ese estado. De pronto todo se torna sumamente repetitivo, sin el mas mínimo grado de suspenso y eso genera que a los 40 o 50 minutos pierdas bastante interés.
Lo primero creo que lo cumple, pero lo segundo realmente no es tan bueno; en especial porque Furtney nunca logra generar un buen balance entre la personalidad del personaje de Malek y lo que este hace para ir construyendo ese estado. De pronto todo se torna sumamente repetitivo, sin el mas mínimo grado de suspenso y eso genera que a los 40 o 50 minutos pierdas bastante interés.
Además para ser una historia de
venganza tiene un tono muy ligero, hay asesinatos que supuestamente son muy
violentos y sádicos pero nunca los muestran en pantalla, lo cual no ayuda en lo
absoluto a construir la atmósfera indicada. El final también es bastante
decepcionante, te deja con una sensación de vacío e insatisfacción porque no te
brinda ese gran momento que uno supone se va construyendo y que justificará
todo lo que el protagonista hace.
Stephen Geoffreys es por mucho lo
mejor de la película, su actuación es muy sólida y logra crear un personaje con
el cual incluso uno podría tener afecto; mientras que Shepis ofrece otro tipo
de actuación al que le estamos acostumbrados a ver y, aunque no se quita la ropa
como de costumbre, se ve estupenda. En producción es realmente muy discreta:
todo se limita a un par de sets y a una pobre dirección de arte, aunado a que
el trabajo de maquillaje es mínimo a pesar de que la película cuenta con
situaciones muy violentas.
Opinión final: Do Not Disturb es
un trabajo pobre, ideal para aquellos que aman los filmes independientes o... ver
a Shepis. De ahí en fuera realmente no tiene mucho que ofrecer.
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