martes, 8 de diciembre de 2015

Crítica: The Diabolical (2015)


Debut tras la cámara del director Alistair Legrand, quien además comparte créditos con el también debutante Luke Harvis como escritor del guión. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 16 de octubre y, posteriormente a inicios de noviembre, salió en formato físico.

Sinopsis:

Madison (Ali Larter) y sus dos hijos viven en una casa en los suburbios donde todas las noches son violentamente despertados por una extraña e intensa presencia. Desesperada, ella le pide ayuda a su novio científico, quien empezará a buscar la manera de destruir al terrible espíritu que incluso los propios investigadores paranormales están temerosos de enfrentar.



Comentarios generales:

El caso de The Diabolical es uno particular debido a que mi interés por esta no surgió precisamente al ver el tráiler (el cual la vendía como una simple película más de casas con espíritus), sino con la revelación del póster. Esto porque al ver la imagen quedaba claro que habría algo más, tal vez un toque de sci-fi para darle una variación a un subgénero que ya no podría estar más gastado, lo cual para nuestra fortuna fue el caso; haciendo de paso este trabajo uno mucho más interesante de lo que originalmente pensaba.

Y es que una de las primeras sorpresas que nos tiene preparadas Legrand es el hecho de que aquí todos los habitantes de la casa tienen pleno conocimiento de las presencias malignas e incluso saben cómo lidiar con estas a pesar del peligro que significan, dándole así una dinámica totalmente diferente a lo que esperabas. Aunque no es solo eso, sino que también nos ponen frente a una situación que plantea muchas preguntas ante el comportamiento de Madison, ya que ahora no solo se trata de sobre descubrir de donde provienen los espíritus, sino también sobre saber si la propia familia tuvo algo que ver con su existencia gracias a su negativa para abandonar la casa a pesar de contar con motivos suficientes como para hacerlo y que además no parece tener muchos problemas con el comportamiento de sus hijos.

Esto le brinda un ritmo mucho más fluido al acostumbrado en este tipo de películas, sobre todo porque las apariciones se dan de manera contundente y continua; dándole paso a algunos momentos que, combinados con el trabajo de efectos/maquillaje, proporcionan un nivel de intensidad elevado. Sin embargo, también es importante mencionar que esta fórmula durante el segundo acto se vuelve un tanto tediosa y en gran parte se debe a que dichas apariciones empiezan a aportar poco al desarrollo de la trama, dejándote con la sensación de que los avances son nulos para una historia cuyo principal propósito es empezar a aclararte el panorama ante tantas situaciones extrañas.

La parte final es donde finalmente les dan un giro completamente inesperado a las cosas al involucrar un tema que seguro a pocos se esperaban y que hace que se le dé más prioridad al lado científico que a lo paranormal. Ofreciendo así una conclusión con bastante acción y que responde varias preguntas, aunque lamentablemente deja otras cuantas en el aire.

Sobre las actuaciones casi todo el peso recae en Larter y, aunque no diría que lo hace mal, esta no es capaz de brindar un trabajo convincente como para que te preocupes por ella o el resto de los personajes. La producción es sólida: el trabajo de fotografía es de nota alta, cuenta con un buen score, los efectos optan más por el CGI pero están bien hechos y el trabajo de maquillaje es destacado con la cuestión de los espíritus, sobre todo al inicio.

Opinión final: The Diabolical está entretenida. Buena elección para pasar el rato y que da un toque fresco a un subgénero que cada vez logra sorprender menos.

Ojometro:
***

viernes, 4 de diciembre de 2015

Crítica: Condemned (2015)


Primer largometraje del director Eli Morgan Gesner, quien además escribió el guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 13 de noviembre pasado, mientras que su salida en DVD está planeada para inicios de enero.

Sinopsis:

Harta de las constantes peleas de sus padres, Maya (Dylan Penn) decide mudarse con su novio a un edificio abandonado que se encuentra en una de las zonas más pobres de Manhattan. Ahí se topará con junkies, degenerados, travestís y demás joyas como vecinos; cuya asquerosa forma de vivir provocará el nacimiento de un virus que los convierte en asesinos sedientos de sangre y volverá ese lugar una carnicería humana.



Comentarios generales:

En el pasado ya he comentado que lo grotesco es algo que no suele atraerme demasiado debido a que es una fórmula que pierde su efectividad en cuestión de minutos; la cual, si no se sabe manejar de manera adecuada, suele producir algunos de los bodrios más grandes que se puedan ver. Este fue el caso con Condemned, un trabajo tan malo que aun después de ya pasadas algunas horas sigo sin poder encontrarle una justificación para que exista… más allá de ver el debut de la hija de Sean Penn por puro morbo.

Ya que lo que presenta Morgan Gesner es algo sumamente hueco, cuya historia básicamente se limita a mostrar los oscuros secretos de cada una de las personas que viven en el edificio para establecer una sola cosa: que todos son nefastos. Algo que además quiere aderezar con un sentido del humor muy extraño al mostrar situaciones que más que risa provocan asco (un tipo dándole de beber orina a su “mascota” musculosa al parecer le resultaba hilarante), haciendo de esto una experiencia difícil de tolerar a pesar de que solo hayan transcurrido unos 20 minutos y no tanto por lo grotesco, sino porque simplemente toda la novedad se gasta de manera muy rápida; provocando así una cantidad de relleno sin mucho sentido.

De pronto todo se vuelve vómitos, protuberancias que explotan, líquidos viscosos y demás cosas asquerosas que utilizan en exceso para esconder lo más que se pueda el nulo avance de una historia sobre un virus del que sabes por mera lógica como es que se originó, pero cuyos efectos tardan demasiado tiempo en exponerse. Originando una dinámica muy aburrida que quieren recomponer copiando de manera bastante descarada la fórmula de REC al dejar encerrados en el edificio en contra de su voluntad a todos los individuos, pero que fracasa en gran medida porque no pueden generar esa sensación de claustrofobia que este tipo de situaciones producen; además de que las acciones no son tan vertiginosas.

La parte final al menos tiene algo de intensidad. Revelan el único misterio que quedaba pendiente sin que este sea muy relevante y cuenta con un desenlace abierto que esperemos no sirva para una futura secuela.

Las actuaciones son terribles, nadie se salva; de hecho, la película está totalmente pensada para que Dylan Penn se luzca pero entre su novatez y las claras limitaciones del guión no logra siquiera algo decente. La producción cuenta con ciertas cosas que valen la pena mencionar: tiene una dirección de arte bien lograda, el sonido no está tan mal y ciertamente el trabajo de maquillaje es bastante bueno en la parte de las mutaciones. 

Opinión final: Condemned es horrible en todos los sentidos. No desperdicien su tiempo viendo algo como esto.

Ojometro:
*

martes, 1 de diciembre de 2015

Crítica: Bone Tomahawk (2015)


Debut tras la cámara de S. Craig Zahler, quien además es el escritor del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de octubre, aunque no hay información sobre si llegará a otros mercados o sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Después de que un bandido guiara a un grupo de trogloditas caníbales al pacifico pueblo de Bright Hope, estos lo secuestran junto con un par de personas importantes para la comunidad. Sabiendo su locación, un pequeño grupo de búsqueda que incluye al propio sheriff (Kurt Russell) y a su anciano ayudante (Richard Jenkins) iniciará un viaje por el desierto para llegar a los territorios oscuros donde estas salvajes bestias habitan.



Comentarios generales:

Mezclar géneros que usualmente no tienen muchas conexiones siempre será algo interesante debido a que los resultados pueden variar de manera extrema: si es bien manejado será algo único, pero si no, es posible que nos encontremos ante una atrocidad como pocas. En el caso de Bone Tomahawk las cosas pintaban bien al ser descrita como un western de terror y por los nombres involucrados (Russell, Jenkins, Wilson, Haig, Arquette) sus probabilidades de éxito eran considerables; sin embargo, a pesar de que se trata de un experimento aceptable con más pros que contras, si es un trabajo que retará la paciencia de los fans como pocos en años recientes.

Esto porque Craig Zahler toma mucho más en serio el camino del western y en base a este es como construye un primer acto carente de grandes emociones, donde si te da una muy breve dosis de violencia pero cuya meta principal es hacerte sentir apego por un pueblo que cuenta con unos habitantes que son de todo, menos normales. Lo cual da paso a un desarrollo bastante lento que determina de manera contundente el ritmo con el que tendrás que lidiar durante más de dos horas y al inicio de una expedición muy peculiar debido al estado físico de los involucrados, la cual además sirve como el medio perfecto para ir conociéndolos más allá de sus estereotipos y poder deleitarse de cierta forma con las tomas en exteriores.

El problema llega cuando te das cuenta que el director no parece tener ninguna prisa por cambiar el rumbo de las cosas, ya que pesar de que avanzan los minutos de manera considerable, esto sigue siendo un simple western en el que lo único ligeramente tenso son algunos encuentros nocturnos con animales, mexicanos o bandidos que solo sirven para crear pequeños conflictos o hacerles el viaje mucho más largo y complicado. Algo que no estaría mal si esta película no estuviera catalogada en parte como una de terror, pero este no es el caso y gracias a eso llega a un punto en donde se vuelve bastante aburrida e incluso repetitiva; al grado de que por momentos me puse a cuestionar seriamente sobre si lograba llenar los requisitos suficientes como para realizar una crítica.

Requisitos que se cumplen en los últimos 30 minutos, que son por mucho los más violentos y emocionantes. No solo porque es finalmente la parte en donde los caníbales hacen acto de presencia por medio de actos brutales, sino porque además la manera en la que se maneja el conflicto es distinta a como lo esperas; dejando la responsabilidad al individuo menos probable para así poner en duda el ya de por sí complicado éxito de la misión.

La película está bien actuada, con Russell y Wilson realizando un buen trabajo, pero sin duda es Richard Jenkins quien se lleva todos los reflectores con su sublime actuación; en especial porque logra que un personaje que de inicio parecía totalmente desechable termine siendo uno entrañable al cual simplemente no quieres ver que le ocurra algo grave. La producción es de muy buen nivel: el trabajo de fotografía es impecable, la dirección de arte cumple, tiene un buen sonido, score sólido y la labor de efectos/maquillaje está bien lograda; sobre todo en la parte final con un par de momentos de impacto.

Opinión final: Bone Tomahawk es un buen western, pero como película de terror me pareció a lo mucho aceptable. Sin duda su limitada dosis de terror generará muchas opiniones divididas.

Ojometro:
***

sábado, 28 de noviembre de 2015

Crítica: POD (2015)


Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Ritual). Se estrenó el pasado 26 de agosto de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos, aunque no hay información sobre si llegará a otros mercado o sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de recibir un preocupante mensaje, Ed (Dean Cates) y Lyla (Lauren Ashley Carter) viajan a la casa del lago perteneciente a su familia para realizar una intervención con su paranoico hermano Martin (Brian Morvant). Sin embargo, rápidamente la situación se sale de control cuando descubren que la casa se encuentra completamente desecha y que Martin ha construido una elaborada teoría de conspiración que gira alrededor de una siniestra criatura.



Comentarios generales:

Un buen tráiler siempre será garantía de atención, esto sin importar que la película que trata de vender no tenga demasiados elementos como para garantizar algo realmente importante. Este sin duda fue el caso con POD debido a que su tráiler era realmente bueno y te hacía suponer que estabas ante la nueva gran pieza de sci-fi que muchos habían estado esperando, pero al final terminó siendo un intento honorable cuyas aspiraciones iban más allá de lo que podía ofrecer.

Lo que nos trae Keating es un trabajo que inicia sin muchos rodeos, dedicando unos cuantos minutos a la complicada relación entre los hermanos para hacerte saber que su propósito no será nada sencillo a pesar de las “buenas intenciones” con las que cuentan. Todo bajo un ritmo lento que le permite analizar con lujo de detalle al espectador el estado de la casa y que ayuda a incrementar el impacto durante la aparición de Martin; haciéndola así mucha más explosiva e intensa como para que en verdad se sienta cierto peligro para los dos protagonistas, a pesar de que es su propia sangre la aparente amenaza.

Esto da pie a un segundo acto que depende exclusivamente de la locura reflejada por el personaje de Martin, ya que la intención es hacerte dudar en todo momento sobre si en verdad capturó a la criatura desconocida o si simplemente está mal de la cabeza. Una idea arriesgada sin duda, pero que a mi parecer funciona gracias a que nunca te encuentras totalmente convencido sobre la situación y que le da una dosis de tensión muy interesante a la película sin tener que recurrir a sustos fáciles excesivos; aunque por otra parte, también es cierto que al seguir este camino las cosas se pueden tornar un tanto aburridas gracias a que no ocurren grandes emociones sino hasta ya muy tarde.

Lo cual beneficia a la parte final dado a que la violencia y sangre aparecen, además el ritmo se vuelve mucho más frenético mientras se nos revelan los misterios detrás del comportamiento de Martin. Sin embargo, también se le añade un giro que lo encontré en exceso forzado a pesar de que si tiene cierta justificación (sin que profundicen demasiado en esta) y que hace que el desenlace de la historia se sienta muy anticlimático.

De las actuaciones puedo decir que Morvant hace un gran trabajo en su papel de ex militar paranoico, él es quien carga con el peso de la película y la efectividad de esta recae en qué tanto disfrutes de su trabajo; mientras que Lauren Ashley Carter resulta desesperante con sus gritos excesivos para absolutamente todo. La producción no está mal: el trabajo de fotografía en exteriores es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score tiene buenas cosas, los efectos son discretos y el trabajo de maquillaje no se puede apreciar demasiado gracias a limitada aparición de la criatura.

Opinión final: POD está aceptable. Realmente es una película muy pequeña que no ofrece demasiadas cosas memorables, pero no está de más checarla.

Ojometro:
***