martes, 25 de febrero de 2020

Crítica: Sadako (2019)


Película dirigida por Hideo Nakata (Ring), cuyo guión fue escrito por Noriaki Sugihara. Se estrenó en cines dentro de Japón durante mayo del 2019, pero aquí en México apenas llegó a las salas de cine el pasado 21 de febrero. Su salida en formato físico se dio durante el mes de octubre para los mercados en Asía.

Sinopsis:

Una niña con amnesia llega al hospital donde trabaja Mayu (Elaiza Ikeda) y nadie sabe exactamente a qué se debe su pérdida de memoria, aunque la policía se encuentra interesada en ella. Por otra parte, el hermano mayor de Mayu inicia su carrera como Youtuber y decide investigar un lugar donde ha ocurrido una tragedia, aunque al hacer eso despertará la maldición de Sadako.



Comentarios generales:

La franquicia de Ring en su versión japonesa es una de las más extrañas dentro del género al tener dos líneas de tiempo oficiales, una peculiaridad que le ha garantizado contar con una mayor longevidad de la que hubiéramos imaginado si tomamos en cuenta que la fórmula de la línea original se desgastó de manera muy rápida. Es por eso es que cuando se anunció que Sadako formaría parte de esta y no de la de “Spiral/Sadako 3D” llamó mucho la atención, pero lo cierto es que difícilmente esta entrega cambiará esa sensación de estancamiento que muchos tenemos.

Y es que de entrada lo que pone Nakata sobre la mesa se siente como una propuesta que llegó bastante tarde, ya que si bien el utilizar los videos por internet para expandir la maldición de Sadako resulta un paso natural, lo cierto es que este concepto lo hemos visto en muchas otras películas (incluida Rings hace tres años atrás) y no se siente como algo novedoso.

Por otra parte, también está el hecho de que pareciera que la historia no siempre estuvo pensada de esa forma debido a que, al menos durante el primer acto, todo gira en torno al personaje de la niña y por medio de esta es que se construyen las acciones de mayor peso para establecer la conexión que tiene con Sadako y con ello generar un misterio competente que supones será el que dicte el camino del visionado por medio de una investigación mucho más profunda que revelará secretos que expandan el lore que conocemos.

Algo que con el pasar de los minutos resulta evidente que no será así porque una vez que el tema del Youtuber entra en juego las cosas se vuelven genéricas y todo lo relacionado con la niña pasa a un plano secundario. Haciendo que poco a poco el ritmo se vaya sintiendo pesado al recurrir a los mismos recursos de hace 22 años que limitan el desarrollo de las acciones, sustentando los limitados momentos de impacto en sustos que lucen arcaicos y no aportan nada a la estética general del filme o a la propia trama. 

La parte final es la creo que logra capturar de mejor manera la esencia de la franquicia, principalmente porque es aquí donde si se refleja cierta sensación desesperación que de golpe agrega una necesaria dosis de tensión que había estado ausente. Además es la parte en la que se logra generar una atmósfera ligeramente más oscura para que la presencia de Sadako resulte más amenazante. 

En el tema de las actuaciones no tiene mucho que resaltar, si han visto cualquiera de las entregas anteriores básicamente ya saben que esperar aquí. También para la producción se puede decir lo mismo: el trabajo de fotografía es el estándar, la dirección de arte es discreta, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje no presenta nada más allá de lo habitual.

Opinión final: Sadako me pareció decepcionante. Definitivamente una película pensada solo para aquellos fans recalcitrantes de la franquicia.

Ojometro:
**

viernes, 21 de febrero de 2020

Crítica: The Grudge (2020)


Reboot/Secuela del remake de 2004 que está escrita y dirigida por Nicolas Pesce (The Eyes of My Mother). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de enero, mientras que en México hizo lo propio el pasado 14 de febrero. Recaudando hasta la fecha $46.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Una casa en los Estados Unidos es maldecida por un vengativo fantasma que condena a todos aquellos que entran en esta a una muerte violenta.



Comentarios generales:

Independientemente de si te gusta o no, lo cierto es que Ju-On es una franquicia sumamente importante porque fue de las primeras que expusieron el cine de terror japonés a una audiencia global a inicios de los 2000s: primero con la película original y posteriormente con el remake de 2004. Sin embargo, lo cierto es que su concepto como tal se gastó muy rápido y después de la tercera entrega quedó en el olvido en occidente (caso contrario de Japón), así que cuando anunciaron este reboot que poco a poco se fue transformando en secuela no me sorprendió en lo absoluto porque era obvio que tarde o temprano querrían revivirla. Aunque dudo que esta nueva The Grudge cambie demasiado su situación.

Esto porque lo que nos trae Pesce es más de lo mismo, pero sin los icónicos fantasmas que todos conocemos para justificar la idea del reboot. Una decisión sin duda polémica que elimina el principal elemento de identidad de la franquicia y con la que no tendría demasiados problemas si no fuera porque en la práctica todo lo que intentan sale mal al ofrecer una historia que se desarrolla bajo la misma estructura no lineal que todos conocemos y con la cual desde muy temprano resulta evidente que existe un conflicto entre la visión del director y lo que realmente quería el estudio.

Ya que mientras el primero pretende construir una problemática que vaya destruyendo de manera progresiva a la protagonista, el estudio simplemente quiere darle continuidad a lo que vimos en el filme de 2004 utilizando múltiples historias que se desarrollan en distintos lapsos de tiempo, imposibilitando así que se pueda añadir mucha sustancia a una temática que se encuentra de por sí muy desgastada. Dejando como resultado un visionado aburrido gracias a una cantidad importante de escenas donde realmente no ocurre nada o, si ocurre algo, siempre se trata de algún susto fácil o alguna situación de shock que se pierde de manera rápida.

Por si esto no fuera suficiente, el trabajo de edición tampoco facilita las cosas. No solo por los momentos en los que las transiciones de un año a otro resultan confusas, sino que además casi siempre termina destruyendo cualquier tipo de fluidez cuando parece que por fin se empieza a encontrar una dinámica adecuada con las cual se pueda construir algo interesante.  

Es hasta la parte final cuando las cosas empiezan a mejorar de manera discreta, principalmente porque las conclusiones de las historias llevan a situaciones de impacto que le dan fuerza de manera automática. Aunque lamentablemente la conclusión central termina por sentirse sumamente blanda y en ningún punto logra generar las sensaciones de peligro que debería.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que a Andrea Riseborough le queda grande el papel protagónico, mientras que Demián Bichir y Lin Shaye son por mucho los que terminan por dejar mejores sensaciones a pesar de que sus roles resultan bastante limitados en pantalla. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son simples y la labor de maquillaje resulta muy efectiva.

Opinión final: The Grudge es bastante mala. Película en exceso aburrida que probablemente sea el último clavo en el ataúd para la franquicia en occidente.

Ojometro:
**

martes, 18 de febrero de 2020

Crítica: Color Out of Space (2020)


Película dirigida por Richard Stanley (Hardware), quien además comparte créditos como co-escritor del guion junto a Scarlett Amaris. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 25 de febrero.

Sinopsis:

En la recluida granja de la familia Gardner cae un extraño meteorito que traerá apocalípticas consecuencias para todos sus miembros y, tal vez, para el mundo entero. 



Comentarios generales:

Cuando una película está basada en algo que escribió H.P. Lovecraft (en este caso un cuento) siempre va a llamar mi atención porque es un autor cuya obra es de las más complicadas de adaptar en cine gracias a que su horror cósmico necesita de cierta habilidad especial para que funcione en pantalla. Y en el caso de Color Out of Space realmente tenía mis dudas considerando que el director no es precisamente alguien con las mejores credenciales y porque la presencia de Nicolas Cage podía llevar esto hacía cualquier lado, pero el resultado no ha sido tan terrible como esperaba.

Aunque con esto no quiero decir que lo presentado por Stanley no haya estado al borde del desastre porque en realidad se la pasa coqueteando con eso gracias a que se trata de un proyecto que sacrifica muchas cosas con tal de que su atmósfera cuasi psicodélica sea el centro de atención y como consecuencia de eso la historia pasa a un segundo plano. Algo que se puede notar casi de inmediato durante la presentación de esta familia que cuenta con miembros cuyas personalidades son peculiares o algunos de ellos sufren problemas un poco más complejos (por la edad o por salud) pero en ningún punto se pretende profundizar al respecto y solamente se te van exponiendo situaciones que claramente están pensadas para consumir tiempo hasta que el meteorito cobre más relevancia.

El cual sin duda cambia de manera importante la dinámica una vez que empieza a afectar el ambiente; sin embargo, lo hace por medio de cosas superficiales pensadas para generar cierta sensación de incomodidad auditiva o shock fácil mientras los personajes se van volviendo más inestables. Provocando con esto que el nivel de intensidad se incremente a pesar de que mucho de lo que vemos no tiene sentido o no brinda demasiadas explicaciones sobre lo que le está ocurriendo a la familia, simplemente las cosas pasan porque tienen que pasar; aunque lo raras y relativamente impactantes que resultan es lo que hace que en ningún punto el visionado se vuelva aburrido.

En especial durante una parte final en la que ya todo se vale y el despliegue de efectos se incrementa para presentar un auténtico show visual que trata de explotar al máximo la locura. Logrando así su objetivo de proporcionar un desenlace con bastante fuerza y caos que te deje lo suficientemente satisfecho como para no ponerte a pensar demasiado en el hecho de que muchas preguntas quedan sin respuesta.

En cuanto a las actuaciones realmente todo depende del nivel de tolerancia que tengas a la conocida sobreactuación de Nicolaes Cage porque él es quien se lleva gran parte de los reflectores y en esta ocasión creo que termina siendo un factor en contra para la película. Mientras que el resto del elenco hace lo que puede con lo poco que les dan.

La producción es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte sólida, cuenta con un buen score que se ve opacado por un trabajo de sonido un tanto fastidioso, los efectos a base de CGI están bien hechos y la labor de maquillaje es de gran factura.  

Opinión final: Color Out of Space está ok. Más que nada se trata de un experimento visual que gustará o no dependiendo de qué tan tolerantes son ante la falta de historia.

Ojometro:
***

viernes, 14 de febrero de 2020

Crítica: Snatchers (2020)


Película dirigida por Stephen Cedars y Benji Kleiman, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Scott Yacyshyn. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 7 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 18 de febrero.

Sinopsis:

Sara (Mary Nepi) es una adolescente obsesionada con su estatus social que tiene sexo por primera vez. Un suceso que recordará para toda su vida… ya que al día siguiente despierta con nueve meses de embarazo para dar a luz a un sanguinario alíen.



Comentarios generales:

El caso de Snatchers es sumamente peculiar debido a que originalmente se trataba de unos cortometrajes que conformaban una serie para un servicio de streaming de celulares hace un par de años atrás. Sin embargo, dicha serie nunca pudo continuar y en lugar de dejar que todo el trabajo quedará en el olvido sus creadores optaron por realizar un largometraje con dichos cortos que, para mi sorpresa, es mucho más entretenido de lo que se pudiera imaginar.

Y es que lo que nos presentan Cedars y Kleiman resulta muy interesante debido a que logran crear una película en toda la regla sin tener que sacrificar prácticamente nada del contenido original, al grado de que realmente jamás se te pasaría por la cabeza que se trata de una serie de cortos unidos.

Ya que estamos ante una historia que permite camuflar perfectamente el ritmo natural tan acelerado con el que cuenta gracias a que su loca premisa establece un tono cómico desde muy temprano que te hace saber que el desarrollo del problema no será tan complejo y, por medio de esto, poder presentar situaciones exageradas que no se sientan fuera de lugar. Las cuales logran siempre encontrar el balance adecuado entre lo ridículo y el humor más inteligente; en ocasiones tocando algunos temas serios como la xenofobia o la presión social a la que se enfrentan los adolescentes, pero fundamentalmente sabiendo como explotar el tema alienígena.

Uno que proporciona sin lugar a dudas los momentos más hilarantes por medio de secuencias sangrientas que ayudan a mantener el dinamismo prácticamente intacto y que hacen que la amenaza genere sensaciones de peligro, a pesar de que hay momentos en los que resulta difícil no reírse de su comportamiento o diseño. En especial cuando utiliza a los humanos como el medio para lograr sus objetivos.

Todo para llegar a una parte final que no varía demasiado con lo visto previamente; de hecho, aquí es cuando el filme flaquea un poco precisamente ante la falta de novedad. Aunque esto no evita que el enfrentamiento decisivo sea entretenido y brinde un cierre satisfactorio.

Las actuaciones son buenas, todas bajo el mismo tono un tanto caricaturesco que nunca resulta completamente absurdo; siendo la mancuerna conformada por Mary Nepi y Gabrielle Elyse (Hayley) la que destaca gracias a su buena química en pantalla. La producción no tiene muchas cosas que reclamarle: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es agradable, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son una combinación de CGI/Prácticos que funciona la mayoría del tiempo y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Snatchers me gustó. Película para pasar un rato divertido.

Ojometro:
****