Película dirigida por la dupla de
directores suecos Mans Marlind y Bjorn Stein. Su caso
es bastante peculiar porque a pesar de ser una producción estadounidense no
tuvo estreno en dicho país sino hasta el pasado mes de marzo en VOD y en abril
en cines de manera limitada, mientras que en Europa y varios países de Asia se
estrenó desde 2010 bajo el nombre de Shelter.
Sinopsis:
Cara Harding (Julianne Moore) es
una psiquiatra que acepta diagnosticar a un paciente (Jonathan Rhys Meyers) que
cuenta con múltiples personalidades. De inicio no parece nada fuera de lo
normal, pero pronto Cara se dará cuenta que dichas personalidades son de otras
personas muertas y que eso va más allá de un simple problema clínico.
Comentarios generales:
Este debe de ser uno de los
thrillers más meticulosos que recuerde, ya que lo que hacen Marling y Stein
durante los primeros dos actos es realmente interesante gracias a que se toman
su tiempo para ir envolviéndote poco a poco en el caso.
Te sueltan migajas para intrigarte, con una atención en los pequeños detalles que logra tenerte atento todo el tiempo y además con muy poco hacen que te cuestiones sobre qué es lo que verdaderamente pasa con el paciente; quien muestra sus personalidades desde muy temprano en el filme con unas transiciones sobrecogedoras que logran hacerte esperar con ansias que se revele más sobre su pasado.
Te sueltan migajas para intrigarte, con una atención en los pequeños detalles que logra tenerte atento todo el tiempo y además con muy poco hacen que te cuestiones sobre qué es lo que verdaderamente pasa con el paciente; quien muestra sus personalidades desde muy temprano en el filme con unas transiciones sobrecogedoras que logran hacerte esperar con ansias que se revele más sobre su pasado.
Lamentablemente toda esa
construcción agradable se cae en la parte final, donde la historia se convierte
en un sinsentido absoluto y que personalmente me dio la sensación que tenía
como propósito satisfacer más los gustos de un público joven que está
acostumbrado a ciertas cosas desde hace algunos años a la fecha. Lo cual provoca un desenlace carente de impacto y
sumamente obvio.
Creo que su punto más fuerte son
las actuaciones: Moore en términos generales hace un buen trabajo hasta que su
personaje se vuelve fastidioso y repetitivo en la parte final, mientras que
Rhys Myers esta en verdad sobresaliente al tener que mostrar diferentes
personalidades y ser sumamente convincente en cada una de ellas. En producción
no es precisamente la gran película, pero logra ofrecer un trabajo de
fotografía sólido y una dirección de arte destacada en determinados sets;
mientras que en efectos y maquillaje realmente lo más destacado son las
transiciones entre las personalidades.
Opinión final: 6 Souls es un
trabajo que pudo haber sido mucho mejor. Empieza muy bien, pero en su necedad
por querer adaptarse a ciertos estándares se cae estrepitosamente y te termina
dejando un mal sabor de boca.
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