Secuela de la alabada Return of the Living Dead, la cual ya no contó para nada con la participación de John Russo en
ningún aspecto y que estuvo bajo la dirección de Ken Wiederhorn. Recaudó un
poco más de 9 millones de dólares en 1988 dentro de los Estados Unidos y hasta
el momento su única versión en DVD salió hace nueve años, la cual además fue
muy criticada por las graves alteraciones que se le hicieron en el soundtrack.
Sinopsis:
Un camión militar que transporta
barriles de Trioxin deja caer uno de estos a un rió. Al día siguiente unos
niños lo encuentran dentro de una cueva y al abrirlo este expulsa un gas que va
directamente a un cementerio, provocando que los muertos salgan de sus tumbas
deseosos por comer cerebros.
Comentarios generales:
Desde el primer minuto se puede notar
que Russo ya no estuvo involucrado aquí, esto gracias a que el tono de la película
es muchísimo más ligero al que ya se había establecido en la primera parte; de
hecho, básicamente lo que hicieron fue rehacer nuevamente la franquicia porque
se incluyen con diferentes nombres a un par de personajes de la anterior que
supuestamente habían muerto y nunca se hace el más mínimo intento por
explicarte su presencia.
En general la historia es muy básica y está llena de humor, el cual puede lucir ahorita ya muy bobo pero que en su momento fue sumamente efectivo para poder seguir moldeando poco a poco un subgénero como el de las comedias de zombies. Además introdujo un método de aniquilación que sorpresivamente hoy en día parece que nadie recuerda.
En general la historia es muy básica y está llena de humor, el cual puede lucir ahorita ya muy bobo pero que en su momento fue sumamente efectivo para poder seguir moldeando poco a poco un subgénero como el de las comedias de zombies. Además introdujo un método de aniquilación que sorpresivamente hoy en día parece que nadie recuerda.
En el aspecto de las actuaciones
es lo que uno espera, pero si hay algo que en verdad me molesta de este filme
son los personajes de Jesse (Michael Kenworthy) y el de Ed (James Karen); el
primero porque resulta sumamente odioso y el segundo porque no deja de gritar
todo el tiempo. En producción las cosas no están nada mal: la versión de DVD no
ayuda en el montaje y mezcla de sonido, pero en la cuestión de maquillaje/efectos sigue luciendo muy bien, aunque ciertamente no es uno de los trabajos
en donde se muestran más muertes y eso aligera un poco las cosas.
Opinión final: Return of the
Living Dead: Part II es una secuela entretenida que se queda corta a lado de su
predecesora. Tiene sus momentos, pero es probable que su humor no sea del
agrado de todo el mundo.
***