Película del director japonés Ryuhei
Kitamura, la cual está producida por WWE Studios. Se estrenó el pasado 10 de
mayo en los Estados Unidos de manera limitada y su salida en formato físico
está planeada para el próximo 30 de agosto.
Sinopsis:
Una pareja se encuentra de viaje
y por cuestiones del destino se topan con una banda de delincuentes cuyo último
golpe resulto fallido. De regreso a su hotel, la pareja es víctima de un robo y secuestro
por parte de uno de los miembros de la banda; sin embargo, este no sabe que no
pudo haber elegido un peor objetivo.
Comentarios generales:
La verdad no sabía que esperar de
esta película debido a que nunca he sido muy fan de Kitamura y el historial de
WWE Studios está lejos de ser alentador, pero al final creo que se logra un
trabajo entretenido; en especial gracias a la premisa original que presentan, la cual maneja más que nada el concepto de estar en el lugar y momento
equivocados de manera sólida.
Además de algún modo la historia obtiene tintes un tanto cómicos con el paso de los minutos, aunque no precisamente me refiero a comedia barata puesta ahí de manera intencional, sino porque se llega a un punto en donde el asesino es más letal que Jason Voorhees y más indestructible que el propio Terminator. Algo que provoco que no me dejara de reír.
Además de algún modo la historia obtiene tintes un tanto cómicos con el paso de los minutos, aunque no precisamente me refiero a comedia barata puesta ahí de manera intencional, sino porque se llega a un punto en donde el asesino es más letal que Jason Voorhees y más indestructible que el propio Terminator. Algo que provoco que no me dejara de reír.
Dentro de sus fallas más notorias
indudablemente está el hecho de que no logra crear la tensión suficiente en
ciertos momentos clave por querer exhibir ríos de sangre al por mayor, ya que aunque
evidentemente el plan no era sentir empatía por las víctimas, creo que un poco más
elaboración en la cacería hubiera sido adecuada. También creo que faltó mostrar más de la relación entre el asesino y sus mujeres, más que nada porque
la película se sostiene en base a eso y la pequeña explicación que te brindan es muy
vaga y poco convincente.
Luke Evans como el asesino de
nombre peculiar creo que está bien, el papel lo obliga a estar en modo robot
todo el tiempo y eso se le da, mientras que Adelaide Clemens como Emma creo que
es por amplio margen lo mejorcito en el aspecto actoral; especialmente porque
su personaje termina siendo el más complejo. En producción es un buen trabajo:
la fotografía es bastante buena, para mi sorpresa tiene una dirección de arte variada
y el trabajo de maquillaje es sumamente efectivo considerando el tipo de película
que es.
Opinión final: No One Lives es un
goresfest entretenido con muchas cosas absurdas que te hacen pasar un buen rato. Vale la pena darle una checada, aunque probablemente
los que más la van a disfrutar son los fans de Kitamura.
***