lunes, 25 de noviembre de 2013

Crítica: Killer Holiday (2013)


Película del director Marty Thomas, quien además también hace una pequeña aparición en pantalla. Salió a la venta en DVD y plataformas digitales el pasado 5 de noviembre, aunque la versión en formato físico incluye muchísimos extras que no pueden ser vistos en otro lado.

Sinopsis:

Un grupo de amigos se van de viaje en carretera por el desierto de California para pasar las vacaciones de primavera. Mientras más se alejan de la civilización llegan a un misterioso parque de diversiones abandonado dentro de la ruta 66, donde un peligroso asesino los asecha.



Comentarios generales:

He aquí una película independiente que en base a un esfuerzo bastante importante logró tener un lanzamiento más efectivo que la gran mayoría de trabajos similares y con lo que pudo crear cierta inercia positiva que le ayudo, lo cual es algo que le reconozco.

El problema es que la buena publicidad no significa gran calidad y Killer Holiday deja mucho que desear en todas las áreas en donde un slasher debe de cumplir; especialmente porque desde los primeros cinco minutos uno no solo sabe exactamente quién es el asesino, sino también su cómplice, quitándole así todo el posible grado de misterio que se pudiera generar.

Evidentemente la idea no era mantener escondida la identidad del asesino, pero con esto uno esperaría algo más original, algo que tratara de variar un poco las reglas del juego para mantenerte intrigado; sin embargo, Thomas solo se limita a contar algo que de entrada no parece tener mucho sustento detrás y que cuando quieren explicártelo no saben cómo diablos justificarlo (aunado a que dejan demasiadas cosas sin resolver).

Lo peor es lo tremendamente ridícula que es, ya que ante el sinsentido en la historia todo lo que le quedaba era que la masacre fuera por lo menos entretenida, pero ni eso logran. Sin temor a equivocarme este debe de ser uno de los grupos de jóvenes mas inútiles en la historia del género slasher, cada decisión que toman es idiota y no ayuda mucho que las propias persecuciones en las que se ven envueltos estén totalmente carentes de tensión y dinámica.

Esto último obliga a tratar de esconder las carencias en base a trucos con la cámara que por lo regular son utilizados en vídeos musicales (donde Thomas tiene mucha experiencia) como rápidos cortes de escena para imprimirle más ritmo, pero sin mucho éxito.

En actuaciones poco se puede decir, ya que aunque claramente el guión no ayuda a los actores, estos tampoco muestran grandes condiciones y todos lucen increíblemente forzados. Visualmente la película hasta eso logra crear una atmósfera interesante dentro del parque de diversiones gracias a una dirección de arte decente que lamentablemente se pierde ante la poca iluminación, pero de ahí en fuera la producción pasa de largo.

Opinión final: Killer Holiday es un slasher muy flojo. Realmente lo que vale la pena son los extras en el DVD y su sexy protagonista pelirroja.

Ojometro:
**