viernes, 15 de noviembre de 2013

Crítica: The Taking (2013)


Debut de los directores Cezil Reed y Lydelle Jackson (aka The BAPartists), quienes además fueron los guionistas de esta película; aunque en el caso del segundo también colaboró en otros departamentos. De momento solo ha salido en Blu-Ray dentro de Alemania.

Sinopsis:

Dos extraños tienen que encontrar la forma de escapar de una anormal familia que vive en el bosque, la cual planea sacrificarlos y ofrecer sus almas a una presencia maligna.



Comentarios generales:

Con el paso de los años uno adquiere la fuerza suficiente para poder aceptar toda clase de películas y así tratar de establecer un juicio sobre estas al verlas completas, pero vaya que en esta ocasión me costó trabajo el poder mantenerme despierto.

The Taking es uno de esos trabajos innovadores que claramente no está destinado a un público comercial; es más, probablemente ni siquiera este destinado al público en sí y solo se trate de una visión sumamente personal que los directores querían plasmar sin importar las reacciones externas (las cuales creo que serán muy distantes entre la crítica y el publico común).

La verdad durante los primeros 20/30 minutos no parece tener mucho sentido, ya que gran parte de la historia se desarrolla en exteriores con tomas en primera persona, flashbacks o con secuencias que son extrañamente cortadas sin que exista una gran cantidad de diálogos, dejándote básicamente en blanco hasta que poco a poco se empiezan a soltar las piezas mediante una eterna conversación entre los dos “protagonistas” mientras están amarrados a unos árboles.

A partir de ahí es cuando todo mejora ligeramente, donde el mensaje central empieza a ser un poco más coherente y la sensación de incomodidad aumenta; preparando todo para una de las persecuciones menos emocionantes que he visto para desembocar en un final totalmente anti climático.

En actuaciones no hay mucho que decir: el personaje que más habla durante toda la película lo hace mediante un lenguaje inentendible; aunque debo de admitir que la labor de casting, al menos en la cuestión del aspecto de la familia, fue totalmente acertada. En producción evidentemente resalta el trabajo de fotografía al estar filmada prácticamente en su totalidad en exteriores, mientras que el score termina siendo parte fundamental de todo lo que pasa en la pantalla (le entiendas o no). Aunque por otra parte, la sangre está prácticamente ausente.

Opinión final: Personalmente no la recomendaría, me pareció muy mala y exageradamente aburrida. Pero en este caso creo que aplica perfectamente la frase: “Para gustos, los colores.”

Ojometro: