Tercera entrega de la franquicia
que ahora está dirigida por el debutante BJ McDonnell, pero que sigue teniendo
a Adam Green como el guionista. Se estrenó de manera limitada en cines este viernes 14 dentro de los Estados Unidos, así como en VOD; aunque no hay
información con respecto a su posible estreno en otros países.
Sinopsis:
Marybeth (Danielle Harris) nuevamente logra escapar de Victor Crowley, a quien mata y para demostrarlo llega a una comisaria cubierta de sangre y con una parte de su rostro en mano. Evidentemente nadie le cree y es arrestada; sin embargo, mientras se realiza una extensa búsqueda de cuerpos desmembrados en los pantanos se sabrá que Crowley simplemente no puede morir tan fácilmente.
Marybeth (Danielle Harris) nuevamente logra escapar de Victor Crowley, a quien mata y para demostrarlo llega a una comisaria cubierta de sangre y con una parte de su rostro en mano. Evidentemente nadie le cree y es arrestada; sin embargo, mientras se realiza una extensa búsqueda de cuerpos desmembrados en los pantanos se sabrá que Crowley simplemente no puede morir tan fácilmente.
Comentarios generales:
Tuvieron que pasar tres entregas y
un cambio en el timón para que Hachet por fin logrará un buen balance entre el
gore y la comedia, a pesar de que eso haya significado el sacrificar la poca “seriedad”
de la trama que se había construido en la segunda parte.
McDonnell en realidad lo único que hace es dejar que el gorefest que puso a esta franquicia en el mapa fluya nuevamente, incluso se podría decir que es un tanto genérica y sigue la línea de cientos de slashers, pero eso es lo de menos en esta ocasión dado a que la acción no para y las muertes son lo suficientemente entretenidas como para poder soportar una hora y veinte minutos de metraje.
McDonnell en realidad lo único que hace es dejar que el gorefest que puso a esta franquicia en el mapa fluya nuevamente, incluso se podría decir que es un tanto genérica y sigue la línea de cientos de slashers, pero eso es lo de menos en esta ocasión dado a que la acción no para y las muertes son lo suficientemente entretenidas como para poder soportar una hora y veinte minutos de metraje.
El problema viene en la cuestión de
que claramente Green no sabía qué hacer con su villano: si dejarlo parado como
una mole indestructible o hacerlo lucir débil ante el personaje de Marybeth. Lo cual a mi juicio crea un final un tanto pobre que no brinda
ese tan ansiado enfrentamiento que durante gran parte de la película te hacen
suponer que ocurrirá de algún modo.
En las actuaciones creo que
Harris está un tanto forzada con esta nueva personalidad, Zach Galligan está
decente como el sheriff y Sid Haig hace una pequeña aparición realmente muy
entretenida; sin embargo, Caroline Williams en su papel de Amanda en verdad me
resulto exasperante. En producción afortunadamente regresaron las cosas
agradables: la ambientación ya no se limita a unas simples plantitas a las que
les dan vuelta una y otra vez, mientras que los efectos prácticos y el trabajo
de maquillaje son realmente muy buenos. De hecho, creo que Victor Crowley no había
lucido tan bestial como ahora.
Opinión final: Esta es una
franquicia un tanto anormal porque nadie se pone de acuerdo sobre cuál es la
mejor entrega y los fans las aman u las odian por igual, algo que no cambiará
en esta ocasión. Al final creo que es uno de los trabajos que más me ha hecho
recordar a los slashers ochenteros y a mi juicio la mejor Hatchet que se ha
filmado hasta ahora.
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